En Reconquista y la región norte de Santa Fe, la Algodonera Avellaneda no es solo una fábrica: es parte del pulso vital de la comunidad. Allí trabajan más de 300 personas que sostienen, con su esfuerzo diario, la economía de familias y localidades enteras.
Por eso, ante el riesgo de su cierre definitivo, la Pastoral Social diocesana difundió un comunicado en el que manifiesta su solidaridad con los empleados y llama al diálogo entre todos los actores involucrados.
“Una fuente de trabajo es mucho más que un ingreso: es una fuente de vida”, recordaron desde la Pastoral, evocando las palabras del Papa Francisco sobre la dignidad del trabajo y su rol en el crecimiento humano y social.
El texto recupera también la enseñanza de la Iglesia: “La falta de trabajo no es solo la ausencia de un salario; es la herida de una comunidad que ve apagarse sus posibilidades de futuro”.
El mensaje hace un llamado explícito al compromiso conjunto de los sectores privados y del Estado, instando a redoblar los esfuerzos para preservar la actividad productiva y el empleo. “Se trata de buscar el bien de los trabajadores y el Bien Común, que es el bien de todos”, afirma el comunicado.
Finalmente, la Pastoral Social ofrece su espacio para el diálogo y la búsqueda de soluciones equitativas, invitando a poner en el centro a las personas y no a las diferencias. La nota concluye con una oración a la Inmaculada Concepción, patrona de la Diócesis, pidiendo su protección y bendición sobre quienes atraviesan esta situación.