San Justo se encuentra en el centro del departamento homónimo, en la provincia de Santa Fe. Su historia comienza en 1860, cuando Don Mariano Cabal mostró interés en colonizar la región y abrir un camino hacia el Chaco. En 1867, firmó un convenio con el gobierno provincial para fundar dos colonias en el paraje conocido como “Rincón de Avecucho”, ubicado sobre la margen norte del río Salado.

Fundación y primeros desafíos

El 6 de mayo de 1868, en el día del santoral de San Justo, se fundó oficialmente la ciudad. La elección del nombre fue en honor al hijo de Don Mariano, Justo Cabal, quien falleció en un enfrentamiento con pueblos originarios de la zona.

Los primeros años fueron difíciles. Los colonos enfrentaron sequías, malas cosechas y ataques de pueblos originarios. Las viviendas eran de adobe y paja, y los colonos se refugiaban en cuevas subterráneas para protegerse.

Crecimiento y consolidación

En 1882, el gobernador Simón de Iriondo promovió el repoblamiento de la colonia San Justo, otorgando tierras libres de impuestos. Esto permitió el crecimiento de la población y la construcción de viviendas más sólidas.

En 1889, se inauguró la estación del Ferrocarril Santa Fe, lo que facilitó la comunicación y el comercio. La ciudad comenzó a expandirse a ambos lados del ferrocarril, con la construcción de comercios, viviendas, hoteles y molinos.

Desarrollo urbano y modernización

En 1930, la construcción de la Ruta Nacional Nº 11 conectó San Justo con otras ciudades importantes, impulsando aún más su crecimiento. En 1959, fue declarada ciudad por medio del decreto Nº 10.390.

A lo largo de las décadas, San Justo ha experimentado mejoras en su infraestructura, incluyendo pavimentación de calles, instalación de servicios básicos y la creación de un parque industrial. En el siglo XXI, la ciudad continúa expandiéndose y consolidándose como un centro regional de importancia.